La radiante sonrisa de Marta Mora habla por sí sola, su simpatía y la forma en la que gesticula transmiten confianza y seguridad al igual que cuando se sube a una pasarela. La joven modelo ha desfilado para diseñadores como Pilar Vera y marcas dedicadas al comercio local como Mantones Bordados. A sus 22 años tiene una gran relación con el mundo flamenco y aunque esté licenciada en el grado de magisterio, se dedica a desfilar y posar como hobbie. 

• ¿Desde cuándo está unida al mundo de la moda flamenca?

Desde que estaba en la barriga de mi madre. Mi familia ha sido siempre muy flamenca, mis abuelos, por ejemplo, fueron los que fundaron una de las casetas de la Feria de Abril, dicen que ellos no se perdían ni un día de feria y necesitaban tener su propia caseta. Siempre recuerdo que en mi casa los días de limpieza mi madre ponía sevillanas, daba igual la época en la que estuviéramos del año. Desde pequeña me he vestido de flamenca y siempre me ha encantado lucir los trajes. A día de hoy, cuando sé que voy a vestirme de flamenca me entran unos cosquilleos y una ansiedad de que querer que el momento de vestirme llegue ya.

• ¿Cómo definiría su relación con este estilo de moda?

Casi tengo una obsesión por esta moda. Me encanta y no sé ni cómo explicarlo. Cuando hablo con mis amigas ninguna me entiende, es un sentimiento inexplicable de amor y admiración a la moda flamenca. 

• ¿Qué lugares destaca de los que ha desfilado o posado?

Los más destacables por especiales y bonitos son la Plaza de España y el hotel Alfonso XIII. Fue todo un lujo desfilar en ese hotel por su de elegancia e inspiración. En cuanto a la Plaza de España todos sabemos cómo es, para mí es el lugar más emblemático español que existe, su composición y los detalles hacen que el monumento sea espectacular y qué suerte tenerlo en Sevilla. 

• ¿Qué cree que hace tan especial a los mantones en la moda flamenca?

Los mantones es una pieza clave y fundamental en la moda flamenca. Ya no hablamos como complemento del traje de flamenca, sino como una pieza única que puedes vestir definiendo tu estilo al mundo flamenco. Están considerados verdaderas obras de arte. Han sido siempre especiales en la moda flamenca, lo podemos ver en fotos antiguas de hace muchos años, aunque como toda esta moda, va cambiando según las tendencias que se lleven. 

• ¿Cuáles son algunos de esos cambios?

Antiguamente, los mantones que tienen nuestras abuelas guardados como tesoros son mucho más grandes que los de ahora. Es el típico mantón bordado que se usa para bailar flamenco. Sin embargo, ahora son mucho más pequeños con flecos más cortos y son más escuetos en la parte del bordado. El enredado tampoco es el mismo. Este año se han llevado mucho los flecos cortos y el enredado grueso con nudos grandes que separan más los flecos entre sí. Lo importante es que sean cambios que siempre lleven la esencia flamenca. 

• ¿Cree que la moda flamenca tendrá un gran recorrido a nivel internacional?

Creo firmemente que sí. Cada vez se está comprobando que interesa internacionalmente puesto que es lo que más representa a nuestra cultura. Cualquier persona extranjera se vuelve loca cuando ve un traje de flamenca admirándolo y amándolo. Aman nuestra cultura y, sobre todo, el arte andaluz que es el que se caracteriza con lo flamenco, por eso yo creo que sí tendrá una buena repercusión a nivel internacional. 

• ¿Cuál es la tendencia flamenca que más le gusta o le identifica?

Diría que el volumen, sobre todo, las faldas con carrucha y tull que dan volumen y movimiento. Siempre me ha gustado los volantes tiesos bien estirados, las faldas grandes con bastante vuelo y un traje que, aunque pese, cuando andes se te abra como una mariposa. 

• Y al contrario, ¿cuál sería la tendencia que no le convence?

Justo, al contrario, no va nada con mi personalidad los trajes canasteros. Ahora los trajes que se están llevando que parecen que son trajes rocieros y son delgados sin vuelo ni casi volantes. Son trajes que yo los catalogaría para romerías donde buscas la comodidad y no, para ferias donde se lucen sobre todo trajes grandiosos.